Leches maternizadas

La industria alimentaria ha desarrollado en los últimos años grandes avances en la alimentación infantil, garantizando el correcto aporte de nutrientes que ofrecen las leches infantiles a los niños desde el primer día. Cuando el recién nacido no puede ser alimentado con leche materna, la elección de una leche adaptada cubrirá totalmente sus necesidades nutricionales.

Las leches adaptadas son preparados que se obtienen a partir de leche de vaca modificándola para que cubran las necesidades nutritivas del bebé en los primeros años de su vida. Su composición debe ser lo más parecida posible a la leche materna.

Aunque las leches maternas no son todas iguales ni las necesidades de los niños las mismas, se han establecido unas recomendaciones para la composición de las leches adaptadas basándose en la composición media de la leche.
  1. Leches de Inicio
  2. Leches de Continuación
  3. Leches Especiales
1.- Leches de Inicio. 
Son las preparaciones destinadas a los lactantes de 0 a 6 meses, en los que la leche debe cubrir todas las necesidades nutritivas para el correcto desarrollo y es la única fuente de alimentación del bebé.
La leche de vaca que se utiliza para su elaboración pasa por una serie de modificaciones para adecuarla al recién nacido. Los principales cambios se basan en disminuir la concentración de proteínas, sustituir parte de la grasa láctea por grasa vegetal y adicionar lactosa y vitaminas.

Queda en la mano de los fabricantes enriquecerlas con otros nutrientes como nucleótidos, taurina, carnitina, etc. Las principales propiedades de los factores añadidos son:
  • Nucleótidos: mejoran la respuesta inmune y el desarrollo intestinal.
  • Carnitina: colabora en el correcto desarrollo cerebral, en la maduración del sistema nervioso central y en la composición de las membranas celulares.
  • Taurina: colabora en el desarrollo de la función visual y en la maduración del sistema nervioso central.
Talvez la medida tecnológica mas importante es la incorporación de acidos grasos´poliinsaturados de cadena larga (LCPUFAS). En que una buena leche debe estar fortificada con niveles fisiológicos de LCPUFAS, ya que niveles mayores no producen mas beneficios.
Además, una concentración de Ácido Araquidonico (AA) mas alta que la normal puede inhibir la síntesis del DHA tan importante para el desarrollo del sistema nervios central y de la visión en esta etapa de la vida.
Lo mas importante que las formulas estén fortificadas con la proporción adecuada de AA y de DHA.
Se considera que la leche materna y en las formulas infantiles el nivel de AA ha de ser aproximadamente 0.4% del contenido total de las grasas y el DHA de aproximadamente 0.2 a 0.4 % del total de grasas en este tipo de leche.

La dosificación está tipificada y estandarizada en todas las marcas, pero hay que tener en cuenta que no todos los niños tienen las mismas necesidades. Será el pediatra el que establezca la pauta y dosis de las tomas en función de las necesidades de cada niño
Normalmente estas leches se presenta en polvo. Es muy importante reconstituir las leches con las medidas incluidas en los TARROS, y siempre utilizar las medidas rasas para evitar situaciones de deshidratación o sobrealimentación. Para la elaboración del biberón se debe usar agua mineral apta para los bebés (en función de la cantidad de minerales) o hervida; en este último caso siempre se debe dejar enfriar el agua hasta que temple para que algunas vitaminas no se destruyan.

En el etiquetado es obligatorio que esté indicado si el producto está enriquecido con hierro, además de la información nutricional y las instrucciones de preparación.

2.- Leches de Continuación. 
Son las preparaciones destinadas a los lactantes a partir del 6 mes hasta los 1-año de edad. Forman parte de una alimentación mixta en la
que los nutrientes también son aportados por otros alimentos que se introducen en la dieta paulatinamente (frutas, cereales sin gluten, verduras, etc.). Aunque la alimentación sea mixta, se debe mantener la ingesta de 500 ml. de leche al día.


  • La leche de vaca que se utiliza para su elaboración pasa por una serie de modificaciones para adecuarla al bebé. Los principales cambios se basan en disminuir la concentración de proteínas, sustituir parte de la grasa láctea por grasa vegetal y adicionar lactosa y vitaminas.


Queda en la mano de los fabricantes enriquecerlas con otros nutrientes como nucleótidos, taurina, carnitina, etc. Las principales propiedades de los factores añadidos son:

  • Nucleótidos: mejoran la respuesta inmune y el desarrollo intestinal.
  • Carnitina: colabora en el correcto desarrollo cerebral, en la maduración del sistema nervioso central y en la composición de las membranas celulares.
  • Taurina: colabora en el desarrollo de la función visual y en la maduración del sistema nervioso central.
  • Estas leches ya no requieren un aporte extra de ciertos nutrientes, ya que son ingeridos con el resto de los alimentos.
  • Normalmente estas leches se presenta en polvo. Es muy importante reconstituir las leches con las medidas incluidas en los tarros, y siempre utilizar las medidas rasas para evitar situaciones de deshidratación o sobrealimentación elaboración del biberón se debe usar agua mineral apta para los bebés (en función de la cantidad de minerales) o hervida; en este último caso siempre se debe dejar enfriar el agua hasta que temple para que algunas vitaminas no se destruyan.


  • En el etiquetado es obligatorio indicar que el producto es adecuado únicamente para niños mayores de 4 meses, y que debe formar parte de una dieta diversificada, además de la información nutricional y las normas para una correcta preparación.

3.- Leches Especiales.
Son las preparaciones específicamente diseñadas para cubrir las necesidades nutritivas de los lactantes y niños con algún tipo de trastorno fisiológico o metabólico para absorber, digerir o metabolizar determinadas sustancias.

Aportan al niño la energía, vitaminas y minerales suficientes para su desarrollo. Para su elaboración se suele partir de las leches infantiles convencionales, a las que se realizan las modificaciones necesarias para adaptarlas a cada

a. Leches sin lactosa: Son leches infantiles derivadas de la leche de vaca, en las que la lactosa se ha sustituido por otro tipo de Hidrato de Carbono.
Están indicadas en lactantes y niños pequeños en los que exista una deficiencia de la enzima lactasa. Esto puede ocurrir por una deficiencia genética o como consecuencia de una diarrea crónica o aguda (gastroenteritis).

Estas fórmulas se deben tomar durante un período de tiempo determinado hasta que se recupere la actividad enzimática, ya que la lactosa tiene un efecto beneficioso en la absorción del Calcio y del Magnesio.

El uso más frecuente se da en niños con diarrea o vómitos, acompañada de una dieta astringente, hasta que estos remitan.
En niños de tres a cinco años no es necesario la utilización de estas leches, ya que se puede sustituir la leche habitual por productos lácteos como los yogures o el queso con menor contenido en lactosa, o bien leche cultivada

b. Fórmulas A.R.: Las fórmulas antirregurgitación están indicadas en bebés en los que el paso del alimento del estómago a la boca es habitual. A esto se le llama reflujo gastroesofágico (RGE) o regurgitación si ocurre en niños.
El RGE afecta al 50% de los niños a los dos meses de edad, disminuyendo hasta un 1% al año de edad, cuando ya ha madurado el sistema digestivo. No suele ser un trastorno grave, salvo que produzca inapatencia y baja de peso en el niño por miedo a las molestias de la regurgitación.

Estas leches son más espesas, reduciendo así el número de reflujos. Los agentes espesantes utilizados normalmente son la harina de semilla de algarrobo o el almidón precocido. El arroz se utiliza con menos frecuencia por ser menos efectivo.

Existen fórmulas A.R. de inicio y de continuación, aunque en niños de más de 6 meses la regurgitación ya no suele ser un problema.

c. Fórmulas de soja: Son leches sin lactosa en las que, además, las proteínas son de origen vegetal; no provienen de la leche de vaca sino de la soja.
Se recomienda enriquecerlas con hierro, calcio y zinc, metionina y L-carnitina y taurina para completar el aporte de todos los nutrientes esenciales.

Su uso está indicado en niños de familias vegetarianas, niños con intolerancia a la lactosa y niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca.
Es habitual su uso en tratamientos de diarreas prolongadas y presencia de eczemas.

d. Fórmulas de proteínas modificadas: Son leches en las que las proteínas están predigeridas mediante hidrólisis, facilitando así su digestión y absorción en niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca o con problemas de absorción intestinal.

Se clasifican según el grado de hidrólisis:
F.H.: Fórmulas Hipoalergénicas o Fórmulas Hidrolizadas. Son leches en las que las proteínas han sufrido un alto grado de hidrólisis.

Tienen un sabor desagradable y es frecuente la aparición de diarreas cuando el niño comienza a utilizarlas. La producción de heces disminuye, además presentan un aspecto y olor característicos.
Están indicadas en casos en los que existe una alergia a las proteínas de la leche de vaca, o en situaciones de mala absorción intestinal.

H.A.: Fórmulas Hipo antigénicas. Son leches en las que las proteínas sufren menor grado de hidrólisis. Son leches con mejor sabor que las F.H.

Están indicadas para prevenir las reacciones alérgicas por las proteínas de la leche de vaca (niños con antecedentes).
Muchas veces se utilizan en niños que presentan diarreas prolongadas, vómitos o cólicos o eczemas.

e. Fórmulas para prematuros y recién nacidos de bajo peso: Los
recién nacidos con bajo peso y los prematuros requieren unas condiciones nutricionales determinadas, ya que tienen una reserva de nutrientes muy escasa y una función digestiva y metabólica inmadura.
Estas leches deben aportar los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos del tercer trimestre de gestación. Deben aportar los elementos necesarios para continuar el correcto desarrollo del sistema la función digestiva y de la metabólica.
Contienen una mezcla de grasas vegetales y lácteas y están enriquecidas en hierro.

f. Fórmulas aptas en errores metabólicos: Existen determinadas enfermedades metabólicas, debidas al defecto de funcionamiento de una enzima determinada, cuyo tratamiento es únicamente dietético. Dependiendo de la enzima deficitaria, se ha de suprimir en la dieta los nutrientes que necesitan esa enzima deficitaria.
Estas leches son específicas para cada caso particular y cada patología y necesitan un estricto control médico durante su utilización.




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