Anorexia

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario en el cual una persona presenta una aversión al alimento que ocasiona inanición y una incapacidad para permanecer en un peso corporal mínimo, considerado normal para su edad y estatura. Se produce predominantemente en mujeres adolescentes y jóvenes, durante o en torno a la menarquía.

Manifestaciones clínicas del individuo anoréxico:

  • Pérdida de peso profunda y grave.
  • Signos de actividad metabólica alterada:
  • Amenorrea secundaria( si se ha alcanzado la menarquía)
  • Amenorrea primaria(no se ha alcanzado la menarquía)
  • Bradicardia.
  • Temperatura corporal baja.
  • Presión sanguínea disminuida.
  • Intolerancia al frío.
  • Piel seca y uñas quebradizas.
  • Pelo con apariencia de lanugo.
Factores precipitantes de trastornos de la conducta alimentaria:
  • Genéticos. La herencia juega un papel en la susceptibilidad para desarrollar este tipo de trastorno
  • Biológicos. Se han detectado anomalías en la neurotransmisión cerebral, así como disfunciones en el eje hipotálamo-hipofisario y gonadal que no son totalmente atribuibles a la pérdida de peso.
  • Psicológicos. Existen desencadenantes de orden psicológico       ( miedo a la gordura)
  • Socioculturales. Nuestra sociedad, apoyada por la publicidad hace una sobrevaloración de los cuerpos delgados y esto hace que para muchas adolescentes solo haya autoestima con delgadez. La delgadez como modelo estético corporal y valor de éxito social, el rechazo de la obesidad y la presión 
  • Mediática a favor del cuerpo delgado (moda, productos para adelgazar, gimnasios...etc.) 
  • Familiares. La fragmentación de la familia tradicional y los cambios en los hábitos y estilos de alimentación de las familias parecen tener gran influencia.
Existen opiniones dispares; los hay partidarios de realizar programas de 
prevención primaria dirigidos a todas las mujeres adolescentes, mientras que otros consideran que esto podría resultar contraproducente. Los fenómenos de emulación son muy frecuentes en la adolescencia; por ello conviene evitar el mito de considerar la anorexia nerviosa como una “enfermedad” de moda, lo que podría hacerla atractiva a algunos adolescentes. Dar información sensacionalista puede resultar nocivo y ocasionar un semillero de nuevos casos.
Además las actividades preventivas tienen mayor probabilidad de ser eficaces cuando no dependen de la modificación de la conducta de los individuos. Hay que tener en cuenta el enorme peso de la influencia del contexto sociocultural en los trastornos alimentarios. De ahí la importancia de persuadir a los medios de comunicación, en especial a los destinados a la mujer, para que incluyan otros modelos corporales entre sus contenidos y transmitan que un amplio rango de formas y tallas es aceptable y deseable en nuestra sociedad
No obstante, sin que esté documentada la eficacia, si parece existir un cierto consenso en el papel del profesional de atención primaria para transmitir mensajes a la familia y al adolescente sobre pautas que indirectamente protejan de los TCA (alimentación saludable, realizar al menos alguna comida diaria con la familia, facilitar la comunicación y fomentar la autoestima.)
La estrategia es la intervención dentro de un plan de educación para la salud más global, desaconsejando actividades específicas que tengan como base el propio trastorno para evitar las conductas de emulación que puedan surgir. De igual forma, el profesional de atención primaria puede ser un pilar importante en la identificación de grupos de riesgo y modificación de conductas precursoras de trastorno, particularmente el inicio de dietas restrictivas o uso de laxantes.


0 comentarios:

Publicar un comentario