Metamizol o Dipirona

Es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE), no opioide, usado en muchos países como un potente analgésico, antipirético y espasmolítico. Pertenece a la familia de las pirazolonas (código N02B B del grupo Código ATC N02). El principio activo metamizol puede presentarse en forma de metamizol sódico o metamizol magnésico.

Mecanismo de acción
 Es un inhibidor de la ciclooxigenasa (COX), por lo que disminuye la síntesis de prostaglandinas y tromboxanos, los cuales sensibilizan los receptores mecánicos y químicos al dolor. Se administra por vía oral. Se elimina preferentemente por vía urinaria y es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y la barrera hematoplacentaria. Tiene una analgesia mayor que el ácido acetilsalicílico y sin riesgo de lesiones digestivas ya que tiene una buena tolerancia gástrica.

El metamizol se absorbe bien por vía oral, alcanzando una concentración máxima en 1-1.5 horas. Se hidroliza a 4-metilaminoantipirina y 4-aminoantipirina (ambos activos), y 4-formilaminoantipirina (que es inactivo). La vida media de los metabolitos activos es de 2.5-4 horas, y aumenta con la edad.

Riesgo de agranulocitosis 
Puede provocar agranulocitosis y anemia aplásica aunque el riesgo de anemia es menor que con otros medicamentos equivalentes como los AINEs.
Según comentarios del Dr. Anthony Wong de la universidad de São Paulo, Brasil en el boletín de noticias de la OMS,1 los estudios recientes estiman que el índice de incidencia de agranulocitosis está entre 0.2 y 2 casos por millón -uso por persona y día-, con aproximadamente un 7% de casos mortales (teniendo acceso a la asistencia médica urgente). Por lo tanto se pueden alcanzar de 50 a 500 muertes anualmente debido al metamizol en un país de 300 millones de habitantes (de 5 a 50 muertes en un país de 30 millones), si se supone que cada ciudadano toma la droga una vez al mes. Ésta no es una alta tasa comparada con otros fármacos, pero cuando se conoce el riesgo debe valorarse el tratamiento analgésico sobre todo a la vista de alternativas más seguras como la aspirina y el ibuprofeno.
 Un estudio en el norte de Suecia publicado en 2002 concluyó que el riesgo durante la terapia del metamizol para los pacientes hospitalizados y no hospitalizados era cerca de 3 a 100 veces mayor que lo estimado por el Dr. Wong: -Dadas las condiciones habituales incluyendo las cantidades reales del tratamiento con metamizol que se prescribieron los riesgos calculados de agranulocitosis serían, aproximadamente, uno de cada 31.000 hospitalizados y uno de cada 1.400 pacientes no hospitalizados. Hay antecedentes de pacientes que sufren reacciones adversas graves ante la administración de dipirona: edema de glotis y shock anafiláctico


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