Es
una dolencia neoplásica, que se origina en el sistema linfoide y afecta
fundamentalmente a los ganglios linfáticos. Suele clasificarse según cuatro
tipos histológicos:
- Predominio linfático;
- Esclerosis nodular;
- Celularidad mixta
- Depleción linfocítica.
La clasificación es específica para cada
paciente deriva de la historia, la exploración física, estudios radiográficos,
pruebas de laboratorios y los hallazgos de las biopsias.
Las
áreas fundamentales de linfadenopatía y afectación de órganos en la enfermedad
de HODKING son:
- Anillo de Waldeyer.
- Axilar.
- Hepática.
- Ilíaca.
- Cervical Supraclavicular.
- Mediastínica.
- Esplénica.
- Paraaórtica y mesenténica.
Objetivos
de enfermería:
- Preparación para los procedimientos diagnósticos y quirúrgicos.
- Explicación de los efectos colaterales del tratamiento.
- Apoyo al niño y a su familia.
Modalidades
para el tratamiento:
- Radioterapia (puede afectar solo el campo afectado, tratar un campo ampliado o consistir en una irradiación nodal total en función del grado de afectación.
- Quimioterapia (medicamento antineoplásico o una combinación de dichas drogas en un régimen de tratamiento estándar.)
- Embolia pulmonar(por el uso de medicamentos tipo oleoso)
- Cianosis
- Ingurgitación de venas cervicales.
- Hipotensión.
- Dolor a la palpación hepática.
- Edema en extremidades inferiores(aumento de la resistencia venosa)
- Malestar general.
- Agotamiento físico.
- Menor tolerancia de la actividad
- Cansancio extremo.
- Quedarse dormido durante la cena.
- Incapacidad de concentrarse en las tareas escolares.
- Mayor propensión a las infecciones.
- Debilidad.
- Alto riesgo de esterilidad.
- La aparición de características sexuales secundarias y de la menstruación se retrasan en el niño pre-puberal.
Hay que decirle la verdad al paciente respecto a su patología, pero también hay que pensar y tener mucho cuidado al decirle la enfermedad que padece; es por eso que hay que realizarse 2 interrogantes: el primero es si el paciente está preparado para recibir la noticia y el segundo si es la familia quien no lo está. Debemos informar a los enfermos en la medida que ellos demandan información, es decir, al paciente hay que decirle sólo lo que quiere saber respetando sus mecanismos de defensa y negación. Es necesario aprender a dar malas noticias de forma que las condiciones psicoemocionales y la esperanza del paciente no se caigan. El personal de enfermería debe rectificar la idea que el paciente tiene del cáncer, desmitificándolo.
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