Insuficiencia Renal Aguda

Insuficiencia Renal Aguda
La IRA con frecuencia es reversible, si bien las alteraciones de la función pueden ser muy importantes y la mortalidad en el grupo de edad pediátrica es muy elevada. Se da una reducción seria de la fracción de filtración glomerular, una elevación de los niveles de nitrógeno ureico en sangre y una reducción significativa del flujo sanguíneo renal.
El curso clínico es variable y depende de la causa. En el fracaso renal agudo reversible, existe un período de oliguria severa, o fase de producción baja, seguido del inicio abrupto de la diuresis, o fase de producción elevada, a la que le sigue otra de recuperación gradual de los volúmenes urinarios normales.

Evaluación Diagnostica: Cuando un niño previamente sano desarrolla una IRA sin una causa obvia, se debe elaborar un historial cuidadoso para detectar los síntomas que puedan deberse a enfermedades del tracto urinario o a exposición a productos químicos nefrotóxicos (ingesta de metales pesados, inhalación de solventes orgánicos o consumo de fármacos nefrotóxicos conocidos). Los parámetros de laboratorio conocidos que se elevan durante la insuficiencia renal y que sirven de guía para el tratamiento son el nitrógeno ureico en sangre y la creatinina sérica, el ph, el sodio, el potasio y el calcio.

El tratamiento  de IRA consiste en: insertar un catéter Foley para descartar la retención de orina, obtener orina para su análisis y controlar los resultados de la administración de diuréticos, puede utilizarse también bolsas de orina para determinar la producción de la misma. La cantidad de agua exógena administrada no debe exceder los requerimientos, para que el balance de agua sea nulo. Debe controlarse la ingesta de líquidos, de potasio, y de sodio, proporcionándose  cantidades adecuadas de dichas sustancias para prevenir su depleción y las consecuencias derivadas de ellas.

Complicaciones de IRA:
  • Hipercaliemia: Puede minimizarse o evitarse eliminando el potasio de los alimentos y líquidos, reduciendo el catabolismo tisular y corrigiendo la acidosis. La diálisis elimina el potasio y otros productos de desecho.
  • Hipertensión: Para detectarla hay que controlar la presión sanguínea cada 4 a 6 horas. La causa más frecuente es la sobreexpansión del volumen extracelular y plasmático, junto con la activación del sistema renina-angiotensina.
  • Anemia: Se asocia al fracaso renal agudo solo se recomienda transfusión si se indica.
  • Convulsiones: Se deben a la hipertensión, hiponatremia e hipocalcemia.
  • Insuficiencia Cardíaca: Se socia a hipervolemia, con edema pulmonar. Su tratamiento se dirige a la restricción de agua y sodio y la administración de diuréticos.
Cuidados de enfermería:
  • Apoyo al tratamiento médico.
  • Debe considerarse la posibilidad de diálisis y preparar el equipo necesario.
  • Control de la ingesta de líquidos.
  • Control de signos vitales.
  • Observaciones en todo momento para estar atentos ante complicaciones.
  • Valorar toda disminución en la producción de orina y la letargia en los niños deshidratados.
  • Observar la conducta alimentaria y el gasto energético; registrar la ingesta y el gasto; pesar al niño a diario.
  • Valorar los resultados de laboratorio y observar la presencia de posibles signos de desequilibrio hidroeléctrico.
  • Apoyar e instruir al niño y a su familia.


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